La colmena presenció el ocaso, salieron las abejas batiendo el vuelo. No dolió, pero dejó huella. Nadie lo temió, pero se apenaron. Largas escaleras de miel y escarcha.
Dientes tallados con piedra, esculturas sin manos. Los últimos hombres se hundieron en sus bocas de cieno. Con un manto vistió Barcelona, precediendo el Arte, como siempre.
Entre Barcelona y el Arte;
algunos se dejaron la Vida.
maravillosa foto da calma al alma
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