domingo, 24 de abril de 2011

El día que nos olvidemos...

Ya no te debo nada, ni tú a mí. Estamos en paz. Me hubiera gustado que hubiera acabado de otra forma, que me recordaras de otra forma. Creía que nosotros éramos dos elementos diferentes pero al final unidos. Sé que yo era tu tren, el tren que no podías haber dejado escapar, pero tú no tienes la culpa de nada no te lo puedo reprochar, tú no sabías (ni sabes nada). Te tengo que dar las gracias, me has despertado en mí la llama que tenía fundida, no sabía que existía esa llama. Ahora de igual, déjalo.

Recuerdo cuanto amor y odio te tenía, lo recuerdo todo, sigue siendo intocable para mí. Queda poco tiempo para que definitivamente te olvides por completo -el tiempo no se atura, no se para a pensar en razones-. Mejor será que llegue ese día, el día que no esté cerca de ti, que no te pueda ver, oír ni sentir; ese día está al caer, pero si por lo que sea no pueda olvidarme que tú de eso sabes lo que es –un día te olvidas de alguien, al otro, lo tienes en mente- que eso me pasó contigo dos veces, no quiero otra tercera.

Lo mejor será que todo caiga en el olvido, y en el impacto que haga pedacitos –pero yo sé que lo mío no caerá-. De tu mirada no me olvidaré, lo siento.

lunes, 4 de abril de 2011

El día que dejé atrás el pasado...

¿Alguna vez te has preguntado dónde está lo abstracto, qué es el azar, porqué decide él por nosotros, quién encuentra a quién; tú a él o él a ti? Como diría Shakespeare "El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos." Pues sí, mi querido/a lector/a, eso es el destino y nosotros somos sus víctimas..

¿Qué fue de aquellos pensamientos del ayer?; ¿Qué fue del amor que por ti sentí una vez en mi vida?; ¿Dónde están los recuerdos que me hacían volver loco?. Ahora pienso todo eso, todos los momentos que mi mente estaba contigo, a tu lado, cada aguja del reloj no cambiaba pues siempre era igual, constantemente tú eras la 1:00, las 13:00... siempre tú, tu pelo, tus labios y tus ojos. Ahora que todo está olvidado quiero saber dónde está, para meterlo en un baúl y cerrarlo con candado, así me aseguraré que no volveré a caer y cuando yo quiera lo volveré abrir y poder volver a tu lado, a tu vera.
Aquello que una vez vi, que tú me hiciste ver, abriste la puerta del amor y no te lo dije yo, nadie te lo dijo, para luego hacerme daño. Pues ahora te veo a lo lejos, borrosa sin poder detectar tu brillo y lo qué de ti me enamoró, ahora todo eso no lo veo. Veo lo contrario, veo donde antes veía amor y pasión ahora veo un vacío todo negro, roto y desperdiciado.

Me hiciste ilusionar una vez, e incluso dos. Tal como entró se fue, para no volver jamás, lo noto que te alejas tú de mí y yo de ti, seguimos dos caminos distintos, el tuyo está reinado por el azar, el mío por la fortuna. Azar y fortuna, qué tiene en común, pues nada y mucho. La fortuna es el azar bueno, el azar es una fortuna mala o buena, ninguno de los dos sabes dónde irán a parar ni cómo. Algo ilícito que el amor toma sus partidas como si un juego de cartas se tratase.

Me despido de ti, sin mirar a un punto a atrás, sin pararme a la próxima parada. Porque hasta ahora hacía eso...

viernes, 1 de abril de 2011

El día que aprobé todas las asignaturas...

Más bien no fue el día, sino el trimestre, pero da igual, estoy muy orgulloso conmigo mismo porque puedo decir alto y claro que he aprobado todas cuantas asignaturas en mi horario escolar hay. Sí, hacía mucho tiempo que soñaba con decir esto (un año para concretar), después de fracaso tras fracaso, he renacido de mis propias cenizas para volver a ser yo e intentar sacar mi máximo esplendor. Querido/a lector/a, si supieras cuánto orgulloso estoy (y están los de mi alrededor) me darías la enhorabuena como llevan dándome desde los compañeros, profesores, familiares y no tan conocidos... Bueno, explico mi cometido.

El jueves 31 de Abril de 2011 (día que sin lugar en duda hay que nombrar) supe que aprobé todo, pues por el pasillo de mi instituto, a una profesora de francés (que aunque no vaya con ella, nos tenemos mucho aprecio) me miró con una sonrisa y me dijo que aprobé todo sin dejar nada. En un principio no me lo creí, pero ella pues ya me había dado la enhorabuena. Después de ella, dos profesoras más y al cabo de unas horas, me habló más a fondo mi gran profesora de griego. Me dijo que había salido de la reunión de evaluación como uno de los mejores (palabras textuales), sin duda alguna me lo merecía. Así en frío pues no dije nada, pero ahora lo pienso y bueno, me enorgullece como nunca habría podido saber. En total, que después de tal notición y tanta "alabanza" a mí, que aún no me lo creo.

Doy gracias a todos los profesores que me han ayudado, compañeros, amigos... ¡A TODOS!.

Lo más popular: