Tengo recuerdos que no son míos, algunos son grandes y otros me sangran. Recuerdos de día, recuerdos rotos, recuerdos de ayer y recuerdos que se vuelven pesadillas. Algunos son vida, otros amenazan con el olvido, recuerdos que cambian al color esperanza.
Pero lo que más recuerdo es a ti; porque te recuerdo desnuda, lúcida, brillante y con las carnes abiertas. Con tres lunares, geométricos, cayéndote como lágrimas. Recuerdo la luna reflejada en cada gemido, en cada palabra, en cada sueño. Tengo recuerdos pero no eres tú.
Pasan los años, pesan y pesan.
Pesa la rúbrica como pesa el oro.
Exquisitez poética en este relato tan precioso.
ResponderEliminarUn abrazo
Todos somos mejores o peores en los recuerdos de otros, pero nunca reales.
ResponderEliminarLos recuerdos son nuestros compañeros de viaje en este caminar por la vida ya que siempre nos acompañan aunque hay recuerdos que podrían quedarse junto al olvido. Saludos
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