La necesito tanto como ella me necesita a mí. Otoño va creando suspiros vacíos que se pierden con el aroma de sus pasos.
Ella es áspera como la vejez y frágil como la barrera de mi cordura.
Su voz se clava como alfileres; capaz es de matar la inocencia de un recién nacido. Mujer, que haces caso omiso a las súplicas y críticas. Que tienes la fuerza de un desgarro, que por ti muere el infinito.
Y como vienes, te vas. Así vuelves a empezar.
Vuelve a mí.
artista!!
ResponderEliminarQue bonito Antony... WOW.
ResponderEliminarHermoso!!
ResponderEliminarUn saludo! :)
Que bonito!!!
ResponderEliminarUn saludo
http://estamananayotroscuentos.blogspot.com.es/
Que lindo leerte, che! No me doy cuenta si te sigo o no pero de una tenes una seguidora nueva si ya no lo hago. Hermoso todo.
ResponderEliminarMuy bonito :)
ResponderEliminar6 del dos
Bloglovin
Supongo que el día en que alguna entrada tuya no me guste nunca vendrá, y me alegro mucho por ello.
ResponderEliminarGrande como siempre Anthony
Un beso
www.humanfilters.blogspot.com
Qué precioso texto :)
ResponderEliminarPor cierto he nominado a tu blog porque es increíble
http://mylifeenpocaspalabras.blogspot.com.es/2014/11/nominada.html
Preciosas líneas, Antony, como siempre, y llenas de sentimiento. Un abrazo.
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