Fortuna que no me tocó, ranchera que aún no canté, vida que no viví, ni la botella sin beber. Tantísimas cosas quedan por hacer como quilómetros de saliva debe recorrer una lengua en el Ecuador de tu translúcido cuerpo.
Bien conozco la pena y tristeza, el silencio de un adiós o el ocaso de la traición. Experto me volví en los latidos ahogados de la esperanza. La ciencia no me sirve de nada si queda tantas cosas por descubrir;
Bonito texto y bonita foto. El escrito me gusta mucho, son de esos escritos que calan de personas que han sufrido; pero bueno si queda tiempo nunca es tarde para enmendar la plana, lo que buenamente se pueda.
Breve e intenso... nunca se termina de aprender. Es más, paso a paso se hace el andar por el camino. No debemos de renegar, pero si aprender la lección de toda adversidad. Feliz día Antoni. Gracias por venir a mis letras.
Pues empieza ya hacer todas esas cosas, que el tiempo pasa y hay que saber vivir y descubrir lo que la ciencia no nos descubre. Por cierto mejor que no cuaje. Me llevo tu enlace. Gracias por tu visita. Besos.
Hola, Antony. Primero, agradecerte de corazón ese comentario tan cálido que me has dejado en el blog. Sé bienvenido a partir de ahora. En cuanto a este pequeño fragmento, es una delicia. Me ha parecido muy sonoro, muy sensorial. Encantada de conocerte.
Ese deambular de la vida entre luces y sombras, y, a cada paso, aprendiendo, creciendo y haciéndonos más fuertes y sabios… Siempre hay un nuevo amanecer, algo más que ver, saber, sentir…
Buenas noches , texto donde nos dejas las huellas de alguien que ha pasado momentos de desesperanza pero no por ello se viene abajo , la vida siempre nos sorprende y debemos acatarla y superar todos y aquellos obstáculos que nos pongan ..la nieve no cuajo pero tus letras si. Un saludo .
Luces y sombras en un precioso texto. Por muy larga que sea la vida, nunca se termina de aprender, la nieve nunca llega a cuajar y es bueno que siga nevando para observar porque no cuaja... Te doy las gracias muy efusivas por tu generoso comentario. Un abrazo.
Tantas cosas por hacer, por vivir, por degustar, por saborear, por mezclar y por reconciliar. Crujientes o sedosas, cálidas o nevadas. Precioso texto Antoni este Nieve que no cuaja. Un gran saludo.
Bonito texto y bonita foto. El escrito me gusta mucho, son de esos escritos que calan de personas que han sufrido; pero bueno si queda tiempo nunca es tarde para enmendar la plana, lo que buenamente se pueda.
ResponderEliminarSalud.
nunca se termina de aprender , lo de experto está de moda
ResponderEliminarahora todo el mundo es experto así asesores
yo me quedo con lo impreciso me gusta hacer trabajar el seso
buena jornada
No reniegues de la ciencia,
ResponderEliminargota a gota se hace el río
y paso a paso el camino.
Por cierto,
kilómetro*
;)
buen texto diferente corto al grano sin vueltas
ResponderEliminarun abrazo grnade
Breve e intenso... nunca se termina de aprender.
ResponderEliminarEs más, paso a paso se hace el andar por el camino.
No debemos de renegar, pero si aprender la lección
de toda adversidad.
Feliz día Antoni.
Gracias por venir a mis letras.
Me quedo contigo con tu permiso para seguir leyendote.
ResponderEliminarPues empieza ya hacer todas esas cosas, que el tiempo pasa y hay que saber vivir y descubrir lo que la ciencia no nos descubre. Por cierto mejor que no cuaje.
ResponderEliminarMe llevo tu enlace. Gracias por tu visita.
Besos.
Hola, Antony.
ResponderEliminarPrimero, agradecerte de corazón ese comentario tan cálido que me has dejado en el blog. Sé bienvenido a partir de ahora.
En cuanto a este pequeño fragmento, es una delicia. Me ha parecido muy sonoro, muy sensorial.
Encantada de conocerte.
Gracias por haber venido a mi blog por doble motivo. Uno por venir y el otro porque me has mostrado el camino del tuyo.
ResponderEliminarSaludos.
Ese deambular de la vida entre luces y sombras, y, a cada paso, aprendiendo, creciendo y haciéndonos más fuertes y sabios…
ResponderEliminarSiempre hay un nuevo amanecer, algo más que ver, saber, sentir…
Me encantó. Un placer leerte…
Bsoss, y feliz día.
Un escrito precioso con su toque de tristeza, me ha gustado mucho.Saludos
ResponderEliminarTus palabras si que cuajan.
ResponderEliminarTienen magia.
Buenas noches , texto donde nos dejas las huellas de alguien que ha pasado momentos de desesperanza pero no por ello se viene abajo , la vida siempre nos sorprende y debemos acatarla y superar todos y aquellos obstáculos que nos pongan ..la nieve no cuajo pero tus letras si.
ResponderEliminarUn saludo .
Luces y sombras en un precioso texto. Por muy larga que sea la vida, nunca se termina de aprender, la nieve nunca llega a cuajar y es bueno que siga nevando para observar porque no cuaja...
ResponderEliminarTe doy las gracias muy efusivas por tu generoso comentario.
Un abrazo.
Es bueno tener siempre cosas por hacer.
ResponderEliminarUn saludo.
La ciencia nos acompaña y gracias a ella podemos leernos, amigo mío, y hoy tus letras las siento nostálgicas pero muy bellas, y me encantó la imagen.
ResponderEliminarPerdona por no haber venido antes a tu blog, y dime cual es la idea que te ha surgido según me dices en el comentario, cuéntame de qué se trata.
Un beso.
Tantas cosas por hacer, por vivir, por degustar, por saborear, por mezclar y por reconciliar. Crujientes o sedosas, cálidas o nevadas. Precioso texto Antoni este Nieve que no cuaja. Un gran saludo.
ResponderEliminarBienvenido a mi casa, Antoni. Y gracias por comentar en ella. Bueno, ya tenemos algo en común, nos encanta Málaga.
ResponderEliminarCon respecto a tu texto, en el cuaja la esperanza y todo aún está por suceder.
Un saludo
me ha encantado el texto... esperanza
ResponderEliminarp.d; te he dejado un premio en mi blog como agradecimiento con tu trabajo en el blog.
besitos!
Te traigo algo dulce ...chocolate
ResponderEliminarUn abrazo desde la madrugada
Me ha gustado tu texto. Tienes mucho por andar, quiera Dios que lo recorras con sabiduría.
ResponderEliminarmariarosa
Que precioso texto como la esperanza a la que se refiere y la foto es preciosa.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras y tu visita, bienvenido.
Besos.
Lunna.
Tu sonrisa muchacho me enamora
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