Escucha mi cante, mira cómo te bailo. Deja el libro, niño; no muevas más los labios, poseídos por el ciprés que dibuja estampado.
Qué estará leyendo, que no interesa otra labor. Tu madre estará a punto de llegar y no podré razonar. Lanza a la lumbre el papel de cascabeles.
Estúpido niño que no interesa qué hay en su interior. No te quiebres el ser con la doctrina, aún eres joven para entender el mundo alegórico.
El niño está leyendo, de su diario,
un amor usado y liviano de tiempos futuros.
Cuanto antes se empiece a leer, mejor.
ResponderEliminarBesos y feliz fin de semana.
Me encanta como escribes. Puedes ver ese amor usado y liviano del futuro. ¿Cómo verás el pasado?
ResponderEliminarSaludos.
todos somos amor liviano
ResponderEliminarsalutos
Ese niño me parece podría ser un buen escritor en un futuro si se antepone a tanto.
ResponderEliminarUn abrazo gigante,
Noa
A veces se aprende mucho de los niños.
ResponderEliminarEstupendo blog. Besos.
Papel de cascabeles para escribir poesías alegres.
ResponderEliminarCuando el amor es ciego, es imposible ver más allá, el niño prevee un futuro en un presente o quizás pasado ya vivido sabiendo lo que vendrá.
ResponderEliminarOjalá todos supiéramos.
Besos.
Al final con tanta tecnología ojalá el amor no muera y menos las ganas de leer...un abrazo.
ResponderEliminarExcelentes letras amigo, saludos y feliz semana.
ResponderEliminarA veces no sólo cuesta entender a los jóvenes lo alegórico.
ResponderEliminarUn saludo!
suena casi autobiográfico; no preguntes.
ResponderEliminarEres estupendo, y lo que escribes lo es aún más.
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