Rompimos esos colores que no llegué a conocer y quemamos las hojas que nunca te enseñé escritas;
Desaparecimos al día siguiente de conocernos, después de enterrar el mapa donde escribimos las veces que escalemos la montaña más alta de tu país.
No volverá, la lluvia, a deslizarse por nuestros dedos. Tampoco volverá a resquebrajarse el vidrio ni el laberinto cambiará de forma. No despertarán las ganas de despertarte.
No volverá, la lluvia, a deslizarse por nuestros dedos. Tampoco volverá a resquebrajarse el vidrio ni el laberinto cambiará de forma. No despertarán las ganas de despertarte.
Ausencia, es lo que refleja el espejo roto.
Sentires y vivencias que se rompen cual cristal… Ausencia y añoranza es lo que queda…
ResponderEliminarBello y sentido, querido amigo.
Un abrazo, y feliz tarde.
Lo has expresado muy bien.
ResponderEliminarUn abrazo.
un espejo roto refleja la misma imagen pero en pedacitos. No creo en eso pero tu texto me ha encantado
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