Cuando me miras y me dices que quieres una novia; me visto de novia. Si me rozas, me trago una gitanilla con su pañuelo, que espera salir por mis ojitos y recorrer tu espalda.
Cuando me miras y me dices que quieres una novia; me dedico cancioncillas. Las calles se vuelven estrechas, y son los caminos que solo me guiarme hasta tu ventana de piel.
Cuando me miras y me dices que quieres una novia; el mundo me escupe de su locura. Los espejos reflejan al río que se lleva mi orgullo, como un zapatito de piedra egipcia.
Todas las noches me haces sentir pequeño el estómago.
Qué bien que sigues vivo y vuelves cantarín.
ResponderEliminarBonjour! Me alegra que aun siga habiendo gente con sus blogs, espero que continues subiendo contenido. Pasalo bien
ResponderEliminarEso de la gitanilla con su pañuelo... m'a matao' jeje
ResponderEliminarEncantada de seguirte.
Noa