Sabes que nada es para siempre, pero quieres que vuelva un momento de paz, sentir tranquilidad -esa que se fue para no volver-.
Todo desaparece, como humo, sin dejar rastro. Al igual que tus ojos marcharon, y con ellos se fue el amor. Con tu amor se fue la esperanza, y sin esperanza no somos nadie...
¿Por qué las cosas buenas son amargas apariencias? Es hora de despedirse de todo, muy a mi pesar. Ya sé que hay cosas que son el humo que refleja la oscuridad.
Aceptar la realidad de una vez por todas.
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