No tengas miedo, al fundirte en mármol.
Ven conmigo, fuego, que la Luna pregunta por ti, ríe esta noche. Quédate bajo su luz y obsérvala, refleja su figura en tus tenues ojos y siente el frío.
Te esculpiré, aunque me quede ciego y loco.
Aléjate, caballo chico, aléjate rapidito que el fuego ha desbordado. Ha amenazado al cielo y a la tierra, quiere quemar todo para no volver a sentir.
Arden mis manos,
las mismas que esta mañana encendió el fuego.
Quieres enfriar el fuego, porque temes su naturaleza brusca y poco convencional, quizá no te das cuenta de que sin eso deja de ser lo que es. Pero si lo aceptas, puede que descubras que para brillar, primero hay que arder, y entendiendolo es como superas ese miedo.
ResponderEliminarMe gusta lo que escribes pero la falta de imagen de quien lo hace
ResponderEliminarme hace sentir el anonimato y es por eso que no me siento confortable
abrazo