miércoles, 15 de agosto de 2018

Cómo culpar al jilguero de un asesinato...

Mandíbulas cerradas de dientes destrozados. Alguien rompió la mesa, y no fui yo, los platos de plata fundidos en el desastre. El cementerio se quema con la ropa de los once reyes. Cae, de mi mano, sangre coagulada; pero no es mía, por mi libertad que no miento.

Murieron todos en la reyerta, por mi recuerdo que no maté a nadie. Pero me culpan, aunque lo hiciera un pajarillo.

El jilguero tiene su rama, el árbol le aguanta el nido.
Aunque hace tres días gorjeó para mí.


8 comentarios:

  1. buen proyecto se avizora si decides desarrollar narrativa , tiene elementos interesantes
    saludos

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  2. Me gusta la grandeza de tu mente.Gracias por pasar por mi lugar

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  3. Levantas el vuelo y miras en perspectiva tratando de crear otra forma de ver las cosas...Y lo haces de forma directa, original y rotunda...Ese jilguero sonríe, ha conseguido darte la chispa de inspiración.
    Mi abrazo y ánimo por tus genuinas letras.

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  4. Interesante y original relato, tienes madera de escritor.Saludos

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  5. Tú poesía se potencia alrededor del número 11, qué curioso, qué tendrá.

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  6. Tienes un estilo muy peculiar, puedes crear con el knteresantes historias como esta del jilguero. Saludos.

    Mariarosa

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  7. Muchas gracias por tu visita tan amable.
    Un placer me haya permitido llegar hasta aquí y leerte.
    Un abrazo.

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  8. Que buen juego textual fusionando prosa y poética. Un abrazo

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